miércoles, 28 de noviembre de 2012

Mal de escuela

Recién acabado de leer el libro de Daniel Pennac, "Mal de Escuela" , quisiera aprovechar para realizar una reflexión sobre la lectura. Hago ahora esta reflexión porque, de lo contrario, si dejo pasar el tiempo, probablemente vaya olvidando detalles que podrían ser importantes, pues mi parte zoqueta (que considero que todos tenemos) siempre nos puede jugar una mala pasada.

Como todos sabemos (o al menos todos los que nos hemos leído el libro) lo más particular de este libro respecto a la mayoría de libros sobre la educación es que se coloca en la figura del zoquete (creo que todos sabemos a que tipo de alumno nos referimos).

Sin embargo, hay algo que también me gustaría destacar sobre esta lectura. Me refiero al hecho de que el autor, dentro de la historia que es su autobiografía, cuenta los hechos en dos situaciones bien distintas. La del zoquete que fue de pequeño y la del profesor adulto que acabó siendo. Pero creo que el curioso mérito no está en el hecho de ponerse en las dos situaciones, sino como en ningún momento se pone de parte de ninguno de los dos. Comprende a los dos personajes (aunque en realidad es el mismo) poniéndose en su lugar.

Otro aspecto que me llama mucho la atención de esta lectura es como el narrador llega a tener conversaciones internas, entre su yo profesor y su yo zoquete. Estas conversaciones pueden llegar a durar un capítulo completo con discusiones entre estas dos versiones de la misma persona, llegándose a sacar de quicio entre ellas.

Precisamente una de esas discusiones internas del narrador me gustaría dejarla en esta entrada, para reflexión de quien lo lea. Es un discurso que realiza el niño zoquete al adulto profesor:

A mí me parece que en materia de enseñanza me debes muchas cosas. Necesitaste ser un antiguo zoquete para convertirte en profe, ¿no? Sé honesto. Si hubieras brillado en clase, habrías hecho otra cosa. De hecho, has regresado al basurero de Djibuti, disfrazado de profe, para sacar de allí a otros zoquetes. ¡Y lo has conseguido gracias a mí! Porque sabías lo que yo sentía. También eso era saber, ¿no crees?

Finalmente, como opinión personal, me ha parecido una lectura que nos puede ser muy útil, pues creo que cuenta las cosas tal y como son, sin andarse con rodeos. Digo esto porque todos hemos estado en un instituto y un colegio hace pocos años y hemos sido testigos de las situaciones que el autor describe. Por eso, por esa forma de explicarse, creo que hace que sea un libro fácil de entender y de implicarse en él.

Por ello, lo recomendaría sin duda para la gente que esté interesada en el ámbito de la educación.



domingo, 25 de noviembre de 2012

Lo que las palabras no dicen



Una de las últimas actividades llevadas a cabo en la asignatura de educación del movimiento consistía en realizar un mural donde se hablara sobre cualquier aspecto del temario llevado a cabo hasta el momento.

La reflexión que realizamos en nuestro grupo fue la siguiente: pretendíamos realizar un mural que tan solo con imágenes explicara el tema en cuestión, por lo que lo orientamos al cuerpo comunicativo. De ahí el título que pusimos al mural: "Lo que las palabras no dicen". Pero el tema del cuerpo comunicativo nos parecía algo demasiado genérico y quisimos orientarlo a un tema en concreto: la violencia de género y la desigualdad de género.

En las tres imágenes colocadas arriba observamos que todas están relacionadas con la violencia de género, más en concreto con la violencia verbal. Escogimos estas imágenes porque muchas veces a la gente se le olvida que este tipo de violencia es igual de grave aunque no haya contacto físico.

El resto de imágenes están más relacionadas con la desigualdad de género, todas ellas aplicadas a nuestro ámbito, el deportivo. Con las dos imágenes de la parte izquierda quisimos hacer una comparación de la repercusión del deporte femenino y el masculino. Arriba vemos la llegada al aeropuerto del combinado español femenino de natación sincronizada, ganadora de medalla de plata en los últimos JJOO. Como vemos, su llegada al aeropuerto no fue muy multitudinaria a pesar del gran logro conseguido. Sin embargo, a la llegada de la selección española masculina de baloncesto, campeones del mismo metal en esos JJOO, el recibimiento fue mucho más multitudinario.

También hicimos una demostración de como afecta el aspecto social al deporte, expresado en la imagen de la lanzadora de tiro que fue obligada por su país a vestir un velo para poder participar en los JJOO de Londres 2012, algo que nos llamó mucho la atención.

Respecto a la actividad, me parece una forma muy interesante de poner en común distintas formas de exponer un mismo tema. En cuanto a los murales del resto de compañeros, sin duda hubieron dos que me llamaron muchísimo la atención y que fueron los que mejor puntué. Uno fue el mural de plastilina con el que se buscaba que quien lo viera se identificara con uno de los personajes. Me pareció una idea original y sobretodo muy elaborada. El otro mural fue el de las tres apreciaciones del cuerpo perfecto, llevado a cabo mediante tres rendijas donde se podían ver tres cuerpos distintos. En este caso me llamó mucho mas la atención la originalidad.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Ensayo: "¿Que es educar?"


La educación es algo indispensable para todo ser humano. Nada más nacer un niño tiene todo su cuerpo biológicamente preparado para convertirse en un hombre. Pero no bastará con tener esas capacidades biológicas, sino que requerirá también de capacidades sociales. Estas capacidades sociales deberá adquirirlas mediante la educación, es decir, mediante la enseñanza de otra persona, por lo que un individuo no podrá desarrollarse socialmente si no es enseñado por otro individuo.

Lo que Fernando Sabater trata de explicar en el capítulo 2 de su libro El valor de educar es como se relacionan los diversos aspectos que acaban formando la educación de una persona, o al menos como estos deben relacionarse para que la educación sea correcta.

En principio se hace mención del tiempo como un invento exclusivo del ser humano. La concepción temporal cobra gran importancia a la hora de aprender, pues en todo momento se es consciente de que la muerte acabará llegando. Así pues, es la educación la que nos debe ayudar a movernos en relación con el tiempo, es decir, de interpretar correctamente esa concepción temporal.

Tenemos que ser conscientes de que todos hemos sido maestros alguna vez, es decir, que alguna vez hemos instruido a otra persona (y por lo tanto, también hemos sido instruidos en algún momento). Sin ser pedagogos de profesión ni nada por el estilo, en algún momento hemos enseñado a alguien como hacer algo (desde la acción más fácil como atarse los cordones hasta conocimientos científicos) y esto nos pone en la figura del maestro.

Ante la situación anterior surge el siguiente debate, del cual se habla en el capítulo. Si cualquier persona puede actuar como maestro, y de hecho, cualquier persona lo hace, ¿para que profesionalizar la educación? Pues bien, la necesidad de esa profesionalización nace en que cualquier persona no es capaz de enseñar cualquier cosa, por lo que cuando los conocimientos a enseñar son científicos la profesionalización se hace necesaria.

Ese debate sobre quien debe educar y qué tipo de conocimientos debe transmitir lo encontrábamos ya en culturas anteriores. En el capítulo de Fernando Sabater se pone el ejemplo de la cultura de la antigua Grecia. Allí, se distinguían dos figuras: la del maestro, encargado de transmitir conocimientos de áreas como las matemáticas (figura menos valorada en esa cultura) y la del pedagogo, encargado de transmitir valores morales y éticos (más valorado).

Pues bien, en la cultura actual lo que ocurre es lo contrario. Nosotros que formamos parte del sistema educativo actual nos podemos dar cuenta de que actualmente es mucho más valorada la enseñanza de conocimientos científicos que de valores morales y éticos. Este sistema educativo es muy cuestionado por la manera de aprender, ya que suele ocurrir que el examen es preparado los días anteriores para poder pasarlo y después olvidar esos conocimientos. Pero, ¿se adquieren así los conocimientos? ; ¿se aprende realmente así?

Dejando ese debate al margen, siguiendo la diferenciación creada por John Passmore podemos distinguir entre habilidades cerradas y abiertas. Las cerradas serán habilidades que, tras ser aprendidas y adquiridas, tendrán poco margen de mejora, y llegará un punto en el cual se habrá automatizado esa habilidad de tal manera que no se podrá mejorar más. Por otro lado, las habilidades abiertas, tras ser adquiridas, podrán ser mejoradas, siendo estas más exigentes para el aprendiz que las cerradas.

Esta clasificación realizada por Passmore nos servirá para plantearnos qué tipo de habilidades nos parecen más convenientes para ser adquiridas. En este caso nos decantaríamos por las abiertas, que al ser más exigentes, provocarán que el aprendiz tenga que ser más constante en su esfuerzo por adquirir ese conocimiento.

En conclusión, al leer el capítulo 2 del libro El valor de educar de Fernando Sabater observamos diversos aspectos que nos ayudarían a responder esa pregunta mencionada en el título: ¿Qué es educar? haciendo referencia a esa transmisión necesaria entre alguien que ya posee esa habilidad o ese conocimiento y alguien que se muestra dispuesto a adquirirlo. Además, logramos hacernos una idea de los tipos de habilidades que son más convenientes de adquirir para una buena educación y como llevar a cabo esa transmisión de conocimientos y habilidades.

sábado, 3 de noviembre de 2012

¿Qué es educar?

Educar es lo mismo que poner motor a una barca: hay que medir, pesar, equilibrar... y poner todo en marcha. Pero para eso uno tiene que llevar en el alma un poco de marino, un poco de pirata, un poco de poeta, y un kilo y medio de paciencia concentrada.

Pero es consolador soñar, mientras uno trabaja, que ese barco -ese niño- irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío llevará nuestra carga de palabras hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día esté durmiendo nuestra propia barca, en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.

Gabriel Celaya


viernes, 2 de noviembre de 2012

El mito del cuerpo perfecto

Si nos pidieran a cualquiera de nosotros que describiéramos nuestro modelo de cuerpo perfecto, seguramente todos y todas realizaríamos descripciones con características muy similares. La razón por la que ocurre esto es simplemente una razón sociocultural, es decir, debido a un proceso histórico. En nuestra cultura se ha impuesto como el cuerpo perfecto un tipo de cuerpo delgado y de caderas poco anchas en las chicas y de espalda ancha y cuerpo musculado en los chicos. Todo lo que no tenga que ver con esta descripción se encuentra lejos de ser el cuerpo perfecto. 

Sin embargo, como descubrió Viren Swami, de la Universidad de Westminster en Inglaterra, diversas culturas tienen estándares diferentes. Así, si por ejemplo pidiéramos a una persona de la cultura africana que nos describiera ese cuerpo perfecto, la descripción sería bien distinta. El cuerpo perfecto de un hombre en la cultura africana no sería similar al de por ejemplo Didier Drogba, como ocurriría en nuestra cultura, sino más bien se parecería al de Aliko Dangote, un cuerpo sin ningún rasgo destacable en nuestra cultura pero que cumple con las características del cuerpo perfecto en esa cultura (de grandes dimensiones, signo de una buena alimentación y por lo tanto, de buenos recursos para conseguirla).


Aliko Dangote, el hombre más rico de África del Oeste
Didier Drogba, capitán de la selección de fútbol de Costa de Marfil
También encontraríamos diferencias en la descripción del cuerpo perfecto si se lo pidiéramos a personas de la cultura occidental, por ejemplo de Inglaterra o Estados Unidos. En esta cultura, la mujer perfecta sería una mujer delgada, de pocas proporciones y curvas. Sin embargo, en países mediterráneos como España o Portugal, el cuerpo perfecto de una mujer sería más curvilíneo y de mayores proporciones. Es por ello que, como se indica en este texto los hombres latinos se vuelven locos por divas con traseros de generosas proporciones, como Jennifer López.


Jennifer López, actriz y cantante


Filippa Hamilton, modelo inglesa


Como conclusión podríamos decir que el cuerpo perfecto varía según la situación histórica y cultural. Este tema ha sido también explicado en clase al hacer referencia a las cuatro concepciones del cuerpo humano, en concreto la concepción sociocultural. Esta concepción también la vemos explicada en el último punto de el siguiente texto.


Reflexión sobre los blogs

Tras echar un vistazo a los distintos apartados del blog de la asignatura desarrollado por el profesor, y también después de haber visitado algunos de los blogs de mis compañeros, me ha parecido una idea muy interesante. Creo que si hacemos un buen uso de él, podemos tener más recursos y mejor organizados para sacar adelante la asignatura y aprender cosas muy interesantes.

Además, al unirnos a la comunidad, puede ser bueno a la hora de poner cosas en común, además de contemplar opciones diferentes a las nuestras. Así pues, creo que solo podrían surgir problemas con esta iniciativa si la gente no hace un uso adecuado del blog.

"La educación, el movimiento y yo"

Una de las actividades utilizadas como introducción a la asignatura de Educación del Movimiento es la realización de un dibujo que explique el siguiente concepto: "La educación, el movimiento y yo".

En este dibujo puedo verme a mí, realizando una actividad educativa sobre otras personas, a las cuales les enseño una actividad que implica movimiento (en este caso un estiramiento).