miércoles, 19 de diciembre de 2012

Película: La ola

Hace unos días recuerdo una entrada de un blog (no recuerdo si fue el del profesor de la asignatura o el de algún compañero) en la que se recomendaba la película de La ola por su contenido útil para la asignatura. Pues bien, acabo de terminar de verla y, en primer lugar, me gustaría recomendarsela no solo a la gente que esté interesada en el ámbito educativo como nosotros, sino también a los amantes del buen cine, porque de verdad que me ha parecido una gran película, muy entretenida y donde no se sabe que va a pasar hasta la última escena.

En lo que respecta a nuestro ámbito, al educativo, podríamos decir que la película nos muestra el poder de las ideologías, tema que hemos estudiado en clase recientemente y, lo más importante, el poder de la educación.En la película se ve como un método de enseñanza incorrecto puede tener repercusiones muy negativas.

Además, lo que más me gustaría destacar es la semejanza que se hace entre una clase y una dictadura. Me explico: en la escena final, el profesor pone en contra a todo el grupo contra un traidor para poder ver que actuación tendría el grupo en esa situación. Sus peores sospechas se cumplen y el grupo, sin ninguna reflexión, procede a castigar al traidor. Es entonces cuando se establece el diálogo entre el profesor y uno de los que proceden a castigarle.

Profesor: -¿Y ahora qué vas a hacer con el?
Alumno: -No lo se, ¿que tenía usted pensado?
P: -Eres tu el que debe decidir, al fin y al cabo has sido tu quien ha decidido subirle aquí para castigarle. ¿Por qué le has subido?
A: Porque usted me lo ha dicho señor.
P: Ah, porque yo se lo he dicho, ¿y si ahora te dijera que le mataras? ¿Le matarías?

He querido destacar esta escena, en primer lugar, porque es donde ocurre el desenlace de la película, un final inesperado. Y en segundo lugar, porque nos demuestra el poder que tiene el profesor dentro de una clase. Ni mucho menos se puede comparar una escena así con la de una clase normal, pero ¿no se hacen muchas cosas en clase simplemente porque las ha mandado o las pide el profesor sin poner en duda si eso es lo más adecuado?

Esa sería mi conclusión, ese paralelismo entre una enseñanza y una dictadura.

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